viernes, 11 de septiembre de 2009

Comprensión y Redacción de Textos Académicos

Instituto Pedagógico de Caracas
Subprograma de Maestría: Tecnología y Desarrollo de la Instrucción
Taller: Comprensión y Redacción de Textos Académicos
Profesora: Angélica Silva

Participante: Carmen Rodríguez
Cohorte 2009-III
Resumen Comentado

Referencia:

Mateos, M. y Solé, I. (2009).Textos de Didáctica de la Lengua y de la Literatura (Monografías).Lectura y escritura de textos académicos, (pp.12-20).

Vocabulario especializado, conceptos y temas de interés tratados en el artículo:

1. Lectura: Es inseparable de las prácticas sociales en las que se inserta y de los propósitos particulares que definen estas prácticas (Carlino, 2004, 2005; Solé y Mateos, 2007).

2. Lectura elaborativa: Es una lectura exigente y precisa, que permite identificar lo que se comprende y lo que no, persistir y actuar para resolver las dificultades, y que está supeditada la consecución de objetivos de aprendizajes (Miras y Solé, 2007).

3. Actividades híbridas: Son las actividades que suelen llevarse a cabo en estrecha relación entre la lectura y la escritura en el proceso de elaboración y comunicación del conocimiento disciplinar y científico (Spivey, 1997).

Resumen:

En la lectura que se comenta, los autores hacen referencia a la manera cómo se fomenta la lectura y escritura en los estudiantes universitarios. De igual forma, refieren la importancia que debería tener para los docentes que sus alumnos no solo lean sino que vayan más allá y que profundicen sobre el verdadero sentido de leer y escribir. Según los autores, el lector puede implicarse solo en procesos de comprensión de carácter superficial y local, como por ejemplo: reconocer el significado de las palabras del texto, establecer diferencias y relacionar entre sí los significados de esas palabras, para comprender las distintas ideas del texto. Seguidamente Mateo y Solé hacen un balance de los vicios más frecuentes en los estudiantes universitarios a la hora de reproducir lo leído, y plantean que esto se debe a la propia enseñanza universitaria. Así mismo, sostienen que para mejorar la comprensión, análisis y la reproducción de lo leído se debe tener en cuenta, que los estudiantes lean con propósitos diferentes al de reproducir contenidos de textos, a saber: realizar un proyecto, para una presentación oral ante una audiencia, elaborar un informe, diseñar una investigación, debatir, argumentar y resolver problemas. Para ello, los autores recomiendan lecturas exploratorias conducentes a identificar textos pertinentes y adecuados para el trabajo que deban realizar. Finalmente, los autores proponen como alternativas del trabajo didáctico con textos académicos las siguientes acciones: (a) promover en los estudiantes un aprendizaje comprensivo como herramienta de construcción de los conocimientos específicos, (b) fomentar la lectura a partir de múltiples fuente, (c) combinar actividades de escritura y de debate en colaboración con los docentes como guías activos del proceso. Mateo y Solé, opinan que los estudiantes universitarios deberían aprender nuevas formas de lectura y de escritura, para continuar conociendo sobre el campo de una disciplina científica.


Comentario Crítico:

La lectura realizada tiene un contenido bien interesante y definido, ya que refleja y explica, de manera bien clara, los vicios que persisten en la lectura y escritura en la educación superior. Los autores consideran a la lectura como la mejor herramienta que posee el estudiante para desarrollar su aprendizaje. Pero esta herramienta debe ser bien concebida, no solo desde el ámbito educativo sino desde el ámbito personal. Por esta razón, como educadora creo que no se puede seguir buscando “un culpable” de la mala comprensión lectora, del poco análisis y de la profundización que tiene el estudiante universitario, como bien lo explican los autores.

La buena lectura y escritura depende de varios factores. El docente debe ayudar a sus estudiantes a desarrollar habilidades de lectura y escritura. El docente debe “enamorar” a sus estudiantes y demostrar los diversos propósitos que tiene la leer y la escribir con sentido académico.

Tal y como lo proponen los autores, elaborar la síntesis de múltiples textos es una tarea cognitivamente muy demandante para los estudiantes universitarios que no tienen el verdadero entrenamiento en la composición de textos. Se trata no solo de construir significados múltiples, significados que pueden encontrarse en los distintos textos consultados, sino también construir un significado que los integre. De igual manera, creo que nuestras instituciones universitarias deben convertirse en espacios acordes con los intereses de los estudiantes. Los autores proponen dos ideas con las cuales me siento bastante identificada: (a) crear aulas interactivas y (b) dotar esas aulas con las herramientas más modernas de búsqueda de información.

Para nadie es un secreto que vivimos en un sistema mercantilista y que las mejores universidades se desarrollan cuando son privadas. Estas universidades ofrecen a sus estudiantes diversidad de información a través de bibliotecas virtuales, con espacios recreativos acordes a sus necesidades. Sin embargo, es preciso retomar la formación académica pública desde su realidad. Por esta razón, estoy de acuerdo con lo planteado por los autores en el sentido de que el docente debe ser un guía, un guía permanente, que invite al estudiante a reformular las ideas leídas en el texto. Como docente debemos enseñar a nuestros estudiantes a argumentar de forma crítica, reflexiva, a reproducir lo leído desde su perspectiva y desde su experiencia, para mejorar su léxico y enriquecer su conocimiento durante el desarrollo de la carrera.

Es mi opinión que en esta lectura, los autores acertadamente realizan un paseo por la cantidad de creencias que lamentablemente se viven en nuestras escuelas, liceos y universidades sobre lo que muchos de nosotros creemos es leer y escribir. Además, las estadísticas que presentan los autores sobre la poca efectividad de los trabajos asignados a los estudiantes son realmente alarmantes.

Para finalizar, quiero señalar que estoy convencida de que debemos comenzar a cambiar lo que en algún momento se pensaba como imposible cambiar, la enseñanza de la lectura y la escritura. Debemos dejar de lamentarnos sobre lo que no hizo o dejó de hacer en el nivel educativo anterior . Es el momento de innovar, investigar y aplicar estrategias que inviten a los alumnos a leer con iniciativa propia. Esto permitirá que cada lectura sea para ellos agradable, y no una obligación para aprobar una materia. En fin, los maestros somos los arquitectos del nuevo mundo. De nosotros dependerá que las bases de esa gran torre que es la educación, sea lo suficientemente sólida para soportar todos los cambios que hoy se avizoran para nuestro país. Con nosotros debe emerger ese nuevo hombre y esa nueva mujer capaces de planificar, aplicar y solucionar cada uno de los problemas que se le presenten para bien de la colectividad.




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